Administrar un país moderno es un esfuerzo propio de un centro de datos. Asegurar que el Estado funcione requiere la administración de grandes cantidades de información. Estonia no cuenta con una base de datos centralizada, sino que la información se guarda donde es creada. Cada agencia gubernamental guarda sus datos de manera separada y sin duplicar. Dicho eso, para funcionar correctamente, las autoridades estatales y los organismos descentralizados, frecuentemente necesitan datos fuera de su jurisdicción. Por ejemplo, la policía requiere constantemente información del registro poblacional, de igual manera que el Fondo del Seguro para el Desempleo debería aportar información al sistema de salud.
¿Cómo pueden las autoridades intercambiar datos importantes de forma segura? Primero los datos deben ser de fácil acceso para las entidades autorizadas. Segundo, la integridad de los datos es fundamental. Ningún tercero debe tener la posibilidad de manipularlos durante su transferencia. Tercero, los datos deben permanecer confidenciales durante todo su recorrido, la información tiene que estar protegida de la vista de entidades no autorizadas. Así llegamos a X-Road.
X-Road, es una plataforma diseñada en Estonia y hoy utilizada ampliamente por países de la Unión Europea, y otros gobiernos, incluso de América Latina, como Colombia, o la provincia de Neuquén en Argentina. La misma sirve como una plataforma de intercambio de datos que cumple con estos tres requisitos. X-Road hace la vida más simple para el Estado y para los ciudadanos.
Por ejemplo, cuando nace una persona, en Estonia, la información es enviada directamente desde el hospital al registro poblacional. De ahí, automáticamente se manda al Fondo de Salud para que el niño tenga un seguro y un médico familiar asignado. Esto previene la creación de trámites excesivos, y ahorra tiempo y recursos. El Estado trabaja en segundo plano, de forma activa, mientras nosotros seguimos con nuestros quehaceres cotidianos. En este sentido, X-Road ayuda a que las autoridades tengan procesos de trabajo más convenientes y eficientes. Muchas actividades pueden ser automatizadas, lo cual da libertad a los empleados para enfocarse en la parte humana. Las autoridades tampoco tienen que preocuparse por la autenticidad de los datos, ya que pueden estar completamente seguras de que lo que se recibe de la Secretaría de Hacienda, por ejemplo, proviene realmente de allí. Igual de importante es el hecho de que esto funciona sin importar la tecnología que se utilice, ya que es compatible con los principales sistemas operativos del mercado. Para el Estado esta plataforma hace posible que las autoridades intercambien datos de manera eficiente. La información sensible se transfiere de forma segura y el sistema es tan resistente que de momento no ha sido vulnerado por aquellos con malas intenciones. Desde su nacimiento en 2001, X-Road ha operado de manera continua y sin interrupciones.
Todo esto ayuda al Estado a visualizar cómo las diferentes autoridades se conectan entre sí. Además hace posible el intercambio de datos no solo dentro del país sino más allá de sus fronteras si los centros de datos y sistemas de información de otros países funcionan de manera adecuada y coordinada. Los mayores beneficiarios son, por supuesto, los ciudadanos. Ellos gozan de los beneficios de un Estado que funciona mejor y se ahorran todo el tiempo que de otra forma hubieran gastado en hacer trámites duplicados y el gasto que eso le conlleva al Estado, y por ende a la ciudadanía. Si bien X-Road se presenta como la arquitectura ideal para gobiernos digitales, los Estados-Nación, no deben dejar de trabajar en generar herramientas de ciberdefensa y ciberseguridad propias ya que no pueden valerse para cuestiones de seguridad nacional en sistemas cerrados vendidos u ofrecidos por otros. Los sistemas de seguridad enlatados conseguidos en el extranjero, probablemente incluyen puertas traseras[196] que le permiten a sus desarrolladores, o a los gobiernos detrás de estos, acceder a nuestra información sensible. En este último sentido, la adopción de X-Road no representa una mayor amenaza, ya que si bien el mismo fue originalmente desarrollado por Estonia, hoy en día es un software de código abierto, por lo que todos podemos leer qué hace y cómo. Nuestro pedido de abrir la caja negra de los algoritmos aquí se cumple, y eso nos da la seguridad que necesitamos.
[196] Menn, J. (2020). Spy agency ducks questions about “back doors” in tech products. Reuters. Visto el 19 de febrero del 2023, en https://www.reuters.com/article/us-usa-security-congress-insight-idUSKBN27D1CS.