Todo el trabajo se puede dividir en cuatro categorías: de rutina y no rutinario, cognitivo y manual. El trabajo rutinario es el mismo día a día, mientras que el trabajo no rutinario varía de forma constante. Dentro de estas dos variedades, está el trabajo que requiere principalmente el uso de nuestros cerebros (cognitivo) y el trabajo que requiere principalmente nuestros cuerpos (manual).
Creación de puestos laborales según categoría de trabajo.[6]
Como podemos apreciar en el gráfico anterior, mientras una vez los cuatro tipos de trabajo transitaron las sendas del crecimiento; la creación de trabajos rutinarios se estancó a partir de 1990. Si te parece injusto que haya establecido un corte en el 2015, entonces miremos la más actual. A enero del 2023, solo el sector dedicado a ocupaciones no rutinarias y cognitivas ha seguido creciendo con fuerza, superando ya la caída desatada por la pandemia, pero el resto de los sectores siguen por debajo incluso de los niveles previos al inicio del covid-19. En unas décadas es posible que interpretemos a la pandemia no únicamente como la crisis sanitaria que generó, sino como el hecho que más aceleró la automatización y robotización de procesos.
Creación de puestos de trabajo desde el inicio de la pandemia según categoría de trabajo.[7]
Esto es muy fácil de explicar, ya que el trabajo rutinario es más fácil de reemplazar por la tecnología. Solo debemos nutrir de reglas claras a las máquinas y ellas luego podrán hacer un mejor trabajo que el nuestro, sin tiempo de descanso más que para cuestiones técnicas, sin derechos laborales como sueldo o vacaciones, ni huelgas que valgan.
Los ejemplos sobran, pero empecemos por algo que seguramente todos conozcamos. Pensemos en un restaurante de comidas rápidas que se dedique a cocinar hamburguesas. ¿No puede un brazo mecánico colocar las hamburguesas en la plancha caliente, luego darlas vueltas y finalmente colocarlas entre panes? ¿No se puede hacer algo similar con las pizzas? Claro que sí. No me crean simplemente porque lo digo, mírenlo ustedes mismos en el siguiente video porque esto ya sucede.
En el 2017, Andrew Puzder, presidente de CKE Restaurants Inc., se hizo conocido cuando el expresidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, lo nominó para el puesto de secretario de Trabajo, aunque su apuesta no prosperó por sus dichos respecto al salario mínimo. En ese sentido, Puzder, fue contundente al afirmar que para él, y otros empresarios del sector gastronómico, no era casual que surjan en San Francisco, California, proyectos como Caliburger, o Eatsa, que es un restaurante en el que el público no ve ni interactúa con personal de la empresa, sino que incluso ellos mismos deben recoger su comida de unos compartimientos que simulan los lockers de un gimnasio o de la oficina postal, brindando así una experiencia sin contacto humano. Para Puzder, esta ola creativa e innovadora surge allí debido a que esta zona presenta uno de los salarios mínimos más altos de Estados Unidos. Desde su punto de vista, mientras la tecnología es cada vez más barata, las regulaciones hacen que el costo por trabajador sea cada vez más alto y eso empuja la automatización.
Lo mismo sucede hoy en día en una fábrica de autos. En el 2015 tuve la suerte de poder visitar una de las plantas de Ford en Colonia, Alemania, donde producían el modelo Fiesta. Dicha planta cuenta actualmente con 4.100 empleados aproximadamente y produce más de 1.700 autos al día. Cuatro mil cien empleados. Suena a un número alto para cualquier fábrica sin lugar a duda, pero la realidad es que cuando me adentré en ésta, los humanos que vi formando parte de la línea de producción, ensamblado y pintando fueron muy pocos. La mayoría de los empleados que encontré dentro de la fábrica, realizaban tareas que no estaban muy lejos de ser reemplazadas por otros robots. Voy a insistir en que no tomen mi palabra como verdad absoluta, sino que les pido que lo vean ustedes mismos en el siguiente breve video que muestra cómo opera una fábrica automotriz.
Como pueden apreciar, la fábrica está compuesta mayoritariamente por “brazos” robóticos que interactúan armoniosamente, pasándose una pieza entre sí, ensamblando cada una de ellas con precisión absoluta y hasta pintando los autos al final de la línea de producción.
Claro, pero estamos hablando de Alemania, allí gozan de altos estándares de educación y hoy en día no enfrentan elevadas tasas de desocupación por lo que esto no les representa un mayor problema en la actualidad. En algún lugar estarían el resto de los 4.100 empleados de la planta de Ford que no logré divisar, quizás realizando algún trabajo cognitivo, y no manual, como probablemente nos imaginábamos la fábrica. De hecho, así como Corea del Sur es el país con más densidad de robots, con un total de 1.000 robots cada 10.000 trabajadores humanos en el 2022, habiendo crecido su base cerca de un 3% con respecto al año anterior; Alemania es el país europeo con más robots por trabajador, contando con 397 cada 10.000[10]. Sin embargo, dentro de la eurozona, Grecia que es uno de los países con más desempleo, con una tasa cercana al 12%[11], es el país con menos densidad de robots per cápita, con tan solo 17 cada 10.000 trabajadores[12]. Esto es relevante porque nos indica que no necesariamente más robots equivalen a más desempleo, pero ya ahondaremos en esto más adelante.
Acerquémonos un poco más a casa. Lima, Perú, año 2017. Nadie puede discutir el valor cultural de Perú, sus tradiciones y su fabulosa oferta gastronómica; sin embargo, hubo algo más que me llamó la atención en varias de sus calles: semáforos humanos. Esquinas fuertemente transitadas donde en vez de colocar un semáforo eléctrico y lumínico, el Estado decidía poner a una persona con varillas de color verde y roja para orientar a los conductores.
Repito, no nos vayamos tan lejos, aquí en Buenos Aires, y en muchas otras ciudades del mundo se pueden ver oficiales de tránsito, corrigiendo situaciones complicadas, por más que efectivamente dichas esquinas cuentan con semáforos y carteles de señalización en sus alrededores. El problema es que tanto peatones como conductores deciden hacer de las suyas cada vez que pueden y rompen el orden al que estamos acostumbrados, y eso pasa prácticamente todos los días en la céntrica esquina de Callao y Corrientes, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital de Argentina, alrededor de las cinco de la tarde, momento en el cual podemos identificar fácilmente con sus chaquetas amarillas al personal de tránsito que se acerca al lugar para corregir la situación. De hecho si hablamos de oficiales de tránsito, quizás deberíamos hablar también de oficiales de policía. Si te pido que te imagines una comisaría, el resultado obviamente dependerá de tus experiencias previas y lo que hayas visto en los medios de tu país. Sin embargo, un punto en común, dejando de lado qué tan limpio o grande sea el lugar, es probable que te hayas imaginado algunos escritorios y oficiales de policía tomando notas, realizando informes que luego colocan sobre una gran pila de papeles. Ese no es el caso de la Estación de Policía Inteligente de Dubai. Las nuevas comisarías inteligentes de Dubai son básicamente locales con muchas pantallas que permiten a sus usuarios, realizar denuncias de inmediato, sin necesitar la intervención de otra persona. Las terminales allí encontradas permiten denunciar un robo, un cheque rebotado, una queja laboral, tráfico de personas, solicitar ayuda en nuestro hogar y muchos otros trámites como solicitar nuestro certificado de antecedentes penales o pagar multas.
No discuto aquí, todavía, la distribución de la riqueza, la división social del trabajo, ni el ascenso social, pero ¿son necesarios esos trabajos?, ¿resultan gratificantes?, ¿no alienan al trabajador?, ¿no lo puede resolver, justamente una máquina? Un semáforo, por ejemplo, no cobra salario y posee escaso mantenimiento, mientras trabaja las 24 horas del día. Y en caso de que alguien no lo respete, ¿no existen las multas? Hoy en día devenidas foto-multas que se sacan automáticamente. En el 2022, hubo 570.966 infracciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por cruzar el semáforo en rojo, un número 7 veces mayor[13] al registrado en 2019, antes de la pandemia.
Cuidado, entiendo que te puede resultar polémico lo que dije, pero el problema va más allá, y ya lo verás en las siguientes hojas. La idea es que podamos pensarlo juntos, no imponer verdades absolutas a nadie. Pasamos 8 horas al día, 5 días a la semana, en nuestros trabajos, lo que equivale al 23,8% del tiempo disponible. Si tenemos al menos una hora de ida y vuelta al trabajo, esas 5 horas representan un 3% más de nuestro tiempo. A eso se le suman otras 8 horas diarias para dormir los 7 días, lo que equivale a un 33% más de nuestro tiempo. Así de rápido, y suponiendo que realmente trabajamos no más de 8 horas y que nuestro desplazamiento diario desde y hacia el trabajo no conlleva más de una hora, ya sellamos al menos el 60% del tiempo de nuestra semana como adultos trabajadores. Si la vida se nos va trabajando, estaría bueno que al menos sea en tareas que disfrutamos y no nos alienen. Lamentablemente, hay investigaciones que sostienen que entre el 60% y el 85% de las personas detestan su trabajo[14]. Si bien recordamos que los trabajos rutinarios fueron la base y el comienzo del surgimiento de la clase media tras la Revolución Industrial en el mundo, hoy vemos cómo dichos trabajos ahora se encuentran cada vez con menos frecuencia, dejando, a priori, solo dos tipos de trabajos con perspectivas optimistas.
Imaginemos ahora nuestra economía como un avión con cuatro motores, donde el mismo puede volar incluso con solo dos de ellos funcionando, siempre y cuando ambos sigan rugiendo a la par, lo que evitará que nos estrellemos. Pero, ¿qué sucede cuando uno de nuestros dos motores restantes comienza a fallar?[15] ¿Y si fallan los dos? Los campos avanzados de la robótica y la AI hoy representan una amenaza latente para esos dos motores finales debido a que hemos logrado comenzar a enseñarles a las máquinas a procesar datos de forma similar a como hacen nuestros cerebros.
[6] Dvorkin, M. (2019). Labor Market Polarization across the U.S. Federal Reserve Bank of St. Louis. Visto el 15 de junio del 2021, en https://www.stlouisfed.org/on-the-economy/2019/february/labor-market-polarization-us.
[7] Job polarization | FRED Blog. Fred Blog St Louis Federal Reserve Bank. (2016). Visto el 10 de mayo del 2022, en https://fredblog.stlouisfed.org/2016/04/job-polarization.
[8] DeMuro, R. (2018). Flippy the Burger Flipping Robot at CaliBurger Pasadena. YouTube. Visto el 19 de abril del 2021, en https://www.youtube.com/watch?v=KJVOfqunm5E.
[9] Europe, F. (2013). How to make a Ford Fiesta- in 86 seconds! YouTube. Visto el 15 de junio del 2021, en https://www.youtube.com/watch?v=ErSZmor1qok.
[10] International Federation of Robotics. (2022). China overtakes USA in robot density. Visto el 5 de enero del 2023, en https://ifr.org/ifr-press-releases/news/china-overtakes-usa-in-robot-density.
[11] European Union (2023.) Euro area unemployment at 6.6%. Visto el 18 de abril del 2023, en https://ec.europa.eu/eurostat/documents/2995521/16324762/3-31032023-BP-EN.pdf.
[12] Daniilidis, K., Guibas, L., Kavraki, L., Koumoutsakos, P., Kyriakopoulos, K., Lygeros, J., Pappas, G. J., Triantafyllou, M., & Tsiotras, P. (2021). Robotics in the AI era: A vision for a Hellenic Robotics Initiative. Visto el 15 de mayo del 2023, en https://doi.org/10.1561/2300000069.
[13] Santander, D. (2023). Más de medio millón de personas cruzaron un semáforo en rojo en CABA el año pasado, seis veces más que en 2019. Infobae. Visto el 13 de mayo del 2023, en https://www.infobae.com/sociedad/2023/05/13/mas-de-medio-millon-de-personas-cruzaron-un-semaforo-en-rojo-en-caba-el-ano-pasado-seis-veces-mas-que-en-2019.
[14] Gallup, I. (2023). Gallup. Visto 20 de mayo del 2023, en https://www.gallup.com/workplace/349484/state-of-the-global-workplace.aspx.
[15] Santens S. (2016). Robots will take your job. Boston Globe. Visto el 2 de febrero del 2021, en https://www.bostonglobe.com/ideas/2016/02/24/robots-will-take-your-job/5lXtKomQ7uQBEzTJOXT7YO/story.html.