¿Tenés fuego?

 

En el 2001, República Checa intentó subir el impuesto al consumo de tabaco para intentar reducir la cantidad de personas que fumaban, en pos de lograr una mayor salud en la población general. Lamentablemente, con muy poca sensibilidad social, la tabacalera Philip Morris no tuvo mejor idea que encargar un estudio que demostraba que los fumadores en realidad beneficiaban a la economía de dicho país.

 

Sus estudios señalaron que fumar, efectivamente, aumenta los costos en materia de salud; pero que al mismo tiempo, el gobierno central se beneficiaba por los impuestos en las ventas de este producto, y por las muertes tempranas que acotan futuros gastos de salud, jubilaciones y viviendas. Esto, acorde al estudio de Philip Morris[45], le daba al Estado checo, una ganancia neta de US$ 147 millones en base a su población fumadora, a base de un ahorro de US$ 1.227 por cada muerte prematura debido al cigarrillo.

 

En cuanto a Argentina la información más reciente que encontré a la hora de escribir este libro, fue un análisis de Ministerio de Salud en relación a la reforma fiscal del año 2017 que incluyó datos sobre los productos asociados al tabaco[46]. El mismo señala que un estudio del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria concluyó que por año se dan 44.851 muertes, 20.620 diagnósticos de cáncer, 14.405 accidentes cerebrovasculares y 68.100 hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares que pueden atribuirse al tabaquismo en Argentina. Estas estimaciones incluyen un conjunto de patologías con carga atribuible al tabaco aunque no en su totalidad. El mismo estudio señala que el costo de atender estos problemas de salud ocasionados por el tabaquismo llegó a los $ 33 mil millones en el 2015, equivalente al 0,75% del PBI. Teniendo en cuenta que el gasto total en salud representa entre el 8% y el 10% del PBI argentino, podemos asumir que entre el 7,5% y el 9,4% de ese gasto sería provocado por los hábitos de los fumadores. ¿Alcanza la plata de los impuestos al consumo de tabaco para cubrir estos gastos? Lamentablemente ni siquiera esa satisfacción nos cumple la industria tabacalera en nuestro país. Mientras en el 2015 solo $8 por atado fueron percibidos por impuestos, el impacto sanitario de un atado de cigarrillos rondaba los $16 por cada paquete vendido. A su vez, mientras los costos sanitarios actualizados y estimados para los años 2016 y 2017 se estimaron en $ 41.118 millones (aproximadamente $ 23 por atado) y $ 51.398 millones (aproximadamente $ 28 por atado) respectivamente, los impuestos selectivos por atado solo proporcionaron $15 y $21 respectivamente.

 

Costo sanitario atribuible al tabaco versus lo que aporta a la recaudación estatal los impuestos a cada atado de cigarrillos vendido

 

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[45] Philip Morris. (2000). Public Finance Balance of Smoking in the Czech Republic [Ebook] (pp. 1-29). Visto el 23 de junio del 2021, en https://lo.unisa.edu.au/pluginfile.php/1202751/mod_book/chapter/121764/Topic%203%20-%20readings%20-%20pmczechstudy.pdf.

[46] Ministerio de Salud. Presidencia de la Nación. (2018) Análisis de la reforma fiscal de productos de tabaco en la Argentina. Avances y desafíos de la salud pública (p. 6). Visto el 15 de junio del 2021, en https://bancos.salud.gob.ar/sites/default/files/2018-10/0000001110cnt-2018-02_informe-impacto-aumento-impuestos-tabaco_preliminar.pdf.