Todos y todas tenemos una agenda y prioridades propias, y sí, muchas veces pensar en los problemas más grandes que acarrean al mundo, parece un lujo para pocas personas.
Muchos tienen problemas más urgentes que el calentamiento global o la crisis de la historia liberal. Podemos intentar empatizar, todo lo posible con esa persona, pero nunca sabremos realmente lo que enfrentan si no usamos sus zapatos. No hay libro en el mundo que haga luz a todas las injusticias juntas, pero sí libros que las tratan de manera particular. Por eso, tenemos la tarea de escribir una nueva versión del guión del mundo y podemos hacer, que por una vez, todos y todas cuenten con una invitación al estreno.
Es claro que la tecnología es prometedora en todos los campos de aplicación, pero dicha afirmación, sin embargo, no viene libre de peligros subyacentes. La revolución de la Inteligencia Artificial pronto dejará sin empleo a millones de personas. Esta clase desplazada exigirá a sus gobernantes soluciones que no tendrán, si no son preparadas con anticipación, desatando así un caldero social que nadie desearía ver.
Se van a generar muchos trabajos nuevos, de ello no caben dudas. El problema, es que los nuevos puestos laborales demandarán altos niveles de conocimiento, por lo que estos puestos no son una solución inmediata para aquellos trabajadores desplazados sin ciertas destrezas desarrolladas en algunos campos de acción.
Sí, un granjero cuya tierra fue reemplazada por una fábrica en la década del 30 fue capaz de reinsertarse en el mercado laboral como empleado de esa misma fábrica e insertar a su hijo en ella. Luego, cuando ésta cerró en los 90, su hijo fue capaz de volver a insertarse como cajero en una cadena de supermercados. El cajero de supermercado que hoy es reemplazado, quizás vaya a buscar trabajo en un restaurante. Sin embargo, luego de esa seguidilla de transformaciones, o cuando el último puesto de cajero de supermercado o en un local de comidas sea eliminado, su transición a operador de drones, tester de software, especialista en Inteligencia Artificial o impresiones 3D no será tan lineal. No solo no será lineal, sino que la culpa habrá sido, en parte, nuestra. Habrá sido culpa nuestra cuando optemos por usar la caja registradora que podemos maniobrar nosotros mismos en vez de la que atiende una persona de carne y hueso. Habrá sido culpa nuestra cuando optemos por pagar nuestros impuestos online en vez de ir a un lugar de pago con empleados humanos que nos atiendan. Cuando elijamos ir al restaurante que nos permite pedir a través de una tablet y pagar en el momento que queramos, sin tener que hacerle señas durante 10 minutos a un mesero o una mesera que está trabajando por encima de sus capacidades, atendiendo más mesas de las que quizás debería, allí también será nuestra culpa. Independientemente de que estas acciones pueden ahorrarnos tiempo, lo cual es una parte clave del progreso de la humanidad, en cada una de esas decisiones inclinamos la balanza para un lado o para el otro, aunque en realidad lo único que hacemos es influir en la velocidad del cambio, ya que el mismo sucederá de una manera u otra. La tecnología nos dio y nos va a seguir dando muchos beneficios y ventajas, yo solo te estoy invitando a poner el ojo de antemano en los riesgos que esto también conlleva. ¡Ah, y casi me olvido…! El informe referido al futuro del trabajo difundido por Citigroup en el 2016, daba cuenta de la existencia de tres millones de puestos de trabajo dedicados a cajeros o cajeras en Estados Unidos[170]. De hecho la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos, daba cuenta de la existencia de más de 3.600.000 de estos puestos de trabajo y proyectan una caída mayor a 250 mil puestos hasta el 2029[171]. Lamentablemente es probable que estas estimaciones se encuentren seriamente desactualizadas tras el nuevo impulso que la pandemia del covid-19 le dio a la automatización. De hecho, el último reporte del Foro Económico Mundial respecto al futuro del trabajo[172], proyecta que en los siguientes cinco años, entre los trabajos que se crearán y los que se destruirán, habrá un déficit de 14 millones de puestos, lo que equivale al 2% de los puestos actuales. Esto cobra relevancia porque es la primera vez que un informe de esta importante organización indica una merma futura del mercado laboral pese a sus históricas proclamas de que la tecnología crearía más trabajo del que destruiría.
Es verdad que hasta la fecha, el acelerado progreso tecnológico de las últimas décadas trajo aparejado una importante reducción en torno a la pobreza. De hecho, la ONU informó en el 2015 que había 836 millones de personas viviendo en pobreza extrema, lo que según su marco de medición, se refiere a personas que viven con menos de US$ 2 por día. Si bien el número es alto, es casi la mitad de lo que era en 1990[173]. El problema esta vez vendrá por la velocidad de los cambios, lo cual hará que en muchas situaciones no se cuente con el tiempo suficiente para reentrenar a las personas en nuevas posibles labores. Los trabajos nuevos no pueden depender de tareas sencillas o repetitivas, para ello siempre va a aparecer una máquina o algoritmo que lo resuelva de forma más rápida y precisa.
[170] Citi GPS: Global Perspectives & Solutions. (2016). TECHNOLOGY AT WORK v2.0 The Future Is Not What It Used to Be [Ebook]. Visto el 9 de septiembre del 2021, en https://www.oxfordmartin.ox.ac.uk/downloads/reports/Citi_GPS_Technology_Work_2.pdf.
[171] Cashiers: Occupational Outlook Handbook. U.S. Bureau of Labor Statistics. U.S. Bureau of Labor Statistics. (2021). Visto el 13 de septiembre del 2021, en https://www.bls.gov/ooh/sales/cashiers.htm.
[172] The Future of Jobs Report 2023. (2023). World Economic Forum. Visto el 1 de mayo del 2023, en https://www.weforum.org/reports/the-future-of-jobs-report-2023/digest.
[173] Objetivos de Desarrollo del Milenio Informe de 2015. Programa de las Naciones Unidas Para El Desarrollo. Visto el 15 de febrero del 2023, en https://www.undp.org/es/publications/objetivos-de-desarrollo-del-milenio-informe-de-2015.