En pocos años, todos los autos serán manejados con la precisión de Michael Schumacher, respetando cálculos del calibre de Richard Feynman y serán capaces de resolver problemas filosóficos como si fueran Immanuel Kant. Yuval Harari plantea algo similar en sus libros y siento que ha dado en la tecla.
Otra alternativa planteada frente al apartado anterior, sería que cuando Tesla, u otra empresa, en el futuro cercano diseñen su vehículo completamente autónomo, van a tener que encargarse de resolver por todos nosotros, problemas teóricos, propios del campo de la filosofía, con ingeniería. También puede ser que Tesla, o estas empresas, no quieran tomar la decisión final, y tal como sugiere Harari[71], lo deje en manos del mercado, produciendo dos modelos, un modelo Altruista y otro Egoísta.
El modelo Altruista, sacrificaría a su conductor si eso devendría en un beneficio más grande, mientras que el modelo Egoísta, intentaría todo lo que esté en su poder para intentar preservar la vida de su conductor. Las personas serían libres de elegir qué modelo prefieren para sí mismas, llevando este dilema moral a la mesa de familias y amistades alrededor de todo el mundo, abriendo quizás una nueva grieta.
Independientemente de si los vehículos autónomos resultan altruistas o egoístas, los cuerpos de seguridad van a tener un problema aún mayor. Cuando se masificaron los deliveries a través de aplicaciones bajo demanda como Rappi, UberEats o PedidosYa, me pregunté si esto no abría un nuevo canal para la distribución de drogas a través del narcomenudeo. Digo, ¿qué impide a un narcotraficante hacer sus envíos a través de estos servicios? Si detienen a la persona mientras hace el delivery, esa será la persona que se encontrará en problemas en primer lugar. Pero, ¿alguna vez viste a las fuerzas de seguridad deteniendo en la calle a uno de estos deliveries para revisar su mercadería? Pues no, en primer lugar todos gozamos del derecho a la libre circulación, y en segundo lugar, nadie desea molestar a otro trabajador que se está ganando su ingreso del día. Hoy, sin tener una estadística clara sobre ello, me atrevo a pensar un escenario y problema más.
Los vehículos autónomos disminuirán los costos de envío para las empresas transportistas y para los clientes de las mismas, incluso para los delincuentes. Cuando estos vehículos dominen las calles, muy probablemente serán utilizados con facilidad para traficar drogas, armas y otros bienes del mercado ilegal.
Será raro que estos vehículos sean detenidos por romper una norma de tránsito, entonces ¿cómo los controlaremos? Actualmente las fuerzas de seguridad no tienen forma de revisar todos los vehículos en circulación, sin mencionar claro que esto atentaría contra la libre circulación.
Si bien los vehículos se registran a nombre de una persona o entidad, por lo que seguiría siendo fácil pensar que si un auto es detenido con objetos ilegales podremos encontrar a su dueño, nada nos impediría armar una empresa de transporte con estos vehículos y distribuir la mercadería a través de clientes, o falsos clientes, que soliciten tu servicio de taxi y así agregar una coartada extra en caso de ser detectados.
Adelantándonos en materia legislativa, es posible que la regulación de los vehículos autónomos incluya guardar la ubicación del vehículo y los destinos visitados, grabaciones de todo lo observado por las cámaras de 360° del vehículo, registro de cada vez que se abrió una puerta, ventana o el baúl. ¿Qué pasaría incluso si el vehículo rompe alguna regla de tránsito por más raro que esto resulte? En la vida real, si cometemos una falta, y un policía nos ve, nos hará una seña para que frenemos y nos informará de nuestra falta. Pero en el caso de un vehículo autónomo, ¿cómo le decimos que frene?, ¿se auto-multará?, ¿podrá la policía tomar control de los vehículos autónomos de forma remota dejándolo efectivamente registrado? Yo creo que sí.
[71] Harari, Y. N. (2018). 21 Lessons for the 21st Century. Spiegel & Grau. Common Crawl. Commoncrawl.org. Visto el 13 de julio del 2021, en https://commoncrawl.org.